EL CALLEJÓN DEL INFIERNILLO

 

EL CALLEJÓN DEL INFIERNILLO

En la ciudad de Xalapa abundan las leyendas pues los pueblerinos de esta ciudad cuentan sus experiencias más escalofriantes, desde ser asustados hasta ver al mismo diablo.

Acompáñame a conocer esta leyenda, hasta la actualidad se desconoce el si esta historia es completamente verídica, aunque a lo largo del tiempo se ha escuchado que lo que pasa en este lugar es realmente cierto.

Hablamos nada más y nada menos que de un callejón ubicado en el centro de esta hermosa cuidad en las calles José maría Alfaro y Francisco I madero, Bartolomé de Las Casas, el callejón del infiernillo.

Hace muchos años cerca este callejón vivían dos viejos amigos llamados José y Pedro, una noche cualquiera el joven José salió de casa y comenzó a caminar por este oscuro callejón, José siguió su camino muy tranquilo cuando siento atrás de el una brisa muy fría, José comenzó a apresurar el paso pues estaba comenzando a sentir que alguien lo seguía, cuando a lo lejos escucho una risa en modo burlona.

En ese instante José volteo la mirada, pero no logro ver nada y siguió corriendo, cada vez apresuraba más el paso, pero era como si no pudiera llegar a la salida, no desistió y siguió caminando mientras a lo lejos seguía escuchando una risa macabra y burlona a la vez, en ese momento pudo ver a una presencia demoníaca enfrente de él, no podía creer lo que sus ojos veían era el mismo diablo.

José calló y siguió corriendo hasta salir del callejón, mientras el diablo se reía debido al miedo que el joven tenía, a partir de ese suceso, cada que comienza a oscurecer el callejón comienza a tornarse tenebroso, los vecinos cercanos a este lugar aseguran escuchar la risa del diablo. Dicen que este se aprovecha de los jóvenes de apariencia débil, llevándolos a vivir el miedo a flor de piel.

Así que si algún día decides pasar por este callejón asegúrate de que sea a plena luz del día ya que no quisieras toparse por la noche al mismo diablo en persona.

Me despido deseándote una linda, hermosa y acogedora noche.

¡Dulces Sueños!