LA CONDESA DE
MALIBRÁN
En la ciudad de Veracruz, a principios
del siglo XX se corrían rumores sobre sucesos extraños ocurridos en la casa de
una mujer, que había llegado a la ciudad acompañada de muchos lujos y que
frecuentemente se le podía ver visitando a una persona que practicaba a brujería,
pues se encontraba desesperada ya que no podía tener hijos.
Nadie conocía la procedencia de esta
mujer, solo se sabía que era esposa de un conde de la corona española, quien de
forma frecuente solía viajar mucho, también contaba con una mansión muy lujosa.
Por este motivo fue conocida por la
gente de la ciudad como la Condesa de Malibrán, ya que en aquellos años en lo
que en la actualidad son las calles de Lafragua y Malibrán, existieron un
rancho y un panteón que llevaban ese nombre.
En el puerto de Veracruz siempre llegan barcos de todas partes del mundo y la hermosa Condesa buscaba algún visitante que le agradara para así invitarlo a las grandes fiestas que organizaba en su mansión, durante la ausencia de su esposo y que se prolongaba hasta el amanecer, momento en el cual, se iba la gente y la dama quedaba sola con su acompañante. Lo extraño de esto era que al pasar los días ya no se volvía a ver a los invitados que esta tenía.
Se dice que durante mucho tiempo sigo
estando en contacto con la bruja, para rogarle que le quitara el maleficio de
no poder tener hijos, hasta que, por conducto de esas hechicerías, logró embarazarse, teniendo por resultado el nacimiento de un hijo deforme, el cual
trato de ocultar, manteniendo su vida en fiestas exageradas y amores ocasionales
que desaparecian sin dejar rastro alguno. Hasta que un día regresó su esposo de
un largo viaje y al abrir la puerta vio a un sirviente con el niño en brazos. El
Conde se puso furioso y corrió hasta a la camarera de su mujer para exigirle
una explicación.
Fue entonces que la descubrió en los brazos
de su amante, sacando su espada el conde mató a su esposa y a su amante y le
ordenó al criado que los arrojara a un pozo lleno de lagartos, que se
encontraba al fondo de la propiedad.
El criado, comenzó a platicarle al
Conde como su esposa organizaba fiestas y como mataba a sus amantes y los
arrojaba justamente en ese mismo pozo de lagartos, el Conde decidió arrojar los
cuerpos al pozo, pero añadió al pequeño bebé. Muchos aseguran que después de
esto el Conde se volvió loco, también se dice que solía gritar “¡Justicia,
justicia y que muera la condesa de Malibrán!”
Me despido deseándote una linda, hermosa y acogedora noche.
¡Dulces Sueños!
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