¡Te Están Observando!: BOLAS DE FUEGO

BOLAS DE FUEGO

Anónimo

Esta historia ocurrió en un pueblito en Michoacán es la historia de mi tío abuelo, dice que cuando estaba joven le gustaba tomar y desvelarse por ahí. Una noche salió de una cantina a altas horas de la noche, agarró camino para su casa la cual le quedaba a una hora de ahí.

Ya iba a medio camino cuando observo luces en el cielo, luces que pasaban muy cerquitas de él, y que al pasar escucho como iban riendo. Ya vinieron estas hijas de la ~~Chingada~~ dijo él.

Ya en varias ocasiones había platicado que el sabia como tirarlas, como atraparlas para que no se pudieran ir, tenías que leer el padre nuestro ha revés y en cada pausa hacer un nudo en un lazo o en un trapo, después se reza la magnífica y ahí se caen, y las puedes atrapar.

Dice que cuando estaban volando sobre él, empezó a rezar y hacer nudos en el jorungo que llevaba, cuando de pronto escucho que algo pesado cayó al piso, y las demás salieron volando de ahí. Escucho el golpe, pero no quería asomarse e ir ver qué es lo que había caído, ya hasta la borrachera se le había bajado, nos cuenta que escuchaba como algo enorme aleteaba, como un guajolote cuando no puede volar, como que sus alas pegaban con la tierra. No se animaba a ver o irse de ahí, de la oscuridad escucho la voz de alguien:

Déjame ir, ya no puedo, me van a matar, déjame ir y te doy todo lo que tú quieras, lo que me pidas- exclamó aquella voz extraña.

Mi tío casi se cae de espaldas al escuchar de eso, se armó de valor y le dijo:

Haber si muy muy, quiero un costal de café y otro de azúcar y que nunca vuelvas a pasar por estos rumbos jamás.

Al decirlo empezó a desamarrar los nudos y escucho un aleteo fuerte y ya nadamas vio como una bola de fuego pasó sobre él. Empezó a correr y antes que se diera cuenta ya había llegado a su casa. Al otro día mi tía lo despertó, preguntándole que esos costales de café y azúcar para quienes son, él pensaba que todo había solo sido un sueño porque no se acordaba ni de cómo había llegado, pero cuando salió vio que efectivamente hay estaban los costales. Dice que ya no llegaba tan tarde y cuando lo hacía, solo las veía pasar lejos de ahí.