noviembre 23, 2022

LA NIÑA DEL ÁNGEL

 

 

LA NIÑA DEL ÁNGEL



El 1° de agosto del año de 1884 el panteón municipal Juan de la Luz Enríquez abrió sus puertas en la ciudad de Orizaba, Veracruz, para servir como camposanto y lugar de entierro de los ciudadanos, hasta su clausura albergó durante sus 25 años en funcionamiento, cerca de 35 mil 400 cadáveres.

Este panteón se ha vuelto en un lugar muy visitado por turistas, te parecerá extraño pero lo que más llama la atención de este son sus mausoleos, las pequeñas que construyen para sus difuntos, volviendo su extensión en un pacífico color blanco.

Por ello, el monumento más bello del lugar y que alberga una hermosa leyenda, es donde descansan los restos de la pequeña Ana María Dolores Segura y Couto, ella falleció en el año 1908, a los 2 años y 3 meses, sufría de meningitis lo cual le provocó la muerte.





Tras su muerte sus padres no podían acompañar al cuerpo de la pequeña, ya que ellos en la ciudad de México, por lo que pidieron a un arquitecto que construyera un monumento de mármol a imagen y semejanza de la pequeña. El escultor realizó lo que los padres habían solicitado, era una representación a la pequeña acostada en su cama y aun lado de ella un ángel guardián para que cuidase de ella en todo momento, aunque ellos no estuvieran a su lado, se encargó de detallar todo, las alas del ángel, las sabanas de la cama, la ropa de la pequeña, el cabello, las facciones y ojos de la pequeña.

Las personas que llegan a transitar por su tumba aseguran que los ojos de la escultura los siguen y por la noche estos adquieren un brillo sobrenatural. El ángel, por más de 100 años, ha asumido su papel de guardián de la niña, pues la protege en todo momento de la luz del sol, la lluvia y cualquier cambio de clima que se avecine, el personal que trabaja ahí aseguran que el ángel se cambia de posición depende de lo que la pequeña necesite a modo de que no sufra por el calor, el frió.



Hay quienes aseguran que por las noches la pequeña se levanta de su tumba para caminar por el panteón, normalmente dicen que hace travesuras pues le gusta tomar los juguetes, dulces y flores, de los difuntos que están a su alrededor de ella.

No está realmente asegurado, pero también hay quienes dicen que busca a sus padres por el día y en ocasiones por la noche, y la verdad es que la tumba de la pequeña Ana María, inexplicablemente, siempre tiene flores frescas en su regazo.

Me despido deseándote una linda, hermosa y acogedora noche.

¡Dulces Sueños!






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